Terapeuta de arte Transpersonal
Artista multiapasionada
¡Hola! Mi nombre es Ana y me dedico a acompañar, desde mi Alta Sensibilidad, a personas en su desarrollo personal mediante espacios sensibles de autocuidado, conciencia, crecimiento y aprendizaje a través de la Terapia con el Arte Transpersonal.
Como consecuencia de un burnout educativo (abandono la educación después de 20 años) y poco tiempo después, descubro que soy una persona altamente sensible (PAS).
Decido reorientar mi propósito vital y laboral, abordando Mi Viaje de búsqueda personal.
Saber en qué consiste la alta sensibilidad me ha traído mucha luz. Me ha ayudado a entender quién soy desde los cuatro pilares que albergamos las PAS: el procesamiento profundo, la sobreestimulación, la alta empatía y emocionalidad, así como la captación de sutilezas.
Esta nueva información zarandeó mi mundo y a pesar de la incomodidad y de las resistencias que sentí, asumí el reto de integrar estas características en mi propio beneficio, desde la auto observación y auto consciencia.
A principios del 2023 llegó a mí la palabra "transpersonal" y fue la llave para emprender mi despertar y sanación a través del arte y la meditación.
He ido incorporando pequeños cambios en mis rutinas que me han acercado a la paz mental e interior, que tanto necesitaba, siendo el silencio y la observación una de las herramientas imprescindibles en este "conectar conmigo misma".
Esta experiencia me ha traído a vivir más en el presente, a tener una mirada más compasiva y amable.
Tras comprobar los beneficios que me ha aportado este tránsito de: auto indagación y evolución personal, se gesta un proyecto sensible de bienestar y autocuidado al servicio de otras personas, mediante programas de: acompañamiento terapéutico, talleres, recursos y propuestas de aprendizaje.
El fin es habilitar un espacio apto para la escucha y la observación, iniciativas que arrancan desde el autoconocimiento.
Resoné con la corriente Transpersonal porque está asentada en el silencio. Dirige su mirada hacia el interior desde la presencia y la atención de "estar, en el aquí y en el ahora", haciéndolo posible a través del gimnasio del alma, que te regala la meditación.
Sus colores son la amabilidad, la flexibilidad y la lentitud, el atender los ritmos internos desde la escucha y la observación, incorporando ejercicios vivenciales que transforman las estructuras internas más profundas.
Fomenta una relación tolerante y ecuánime de habitarse desde lo que se Es, estando todo bien, tal cual somos, tal cual eres … abrazando la sabiduría interna universal que yace en el corazón.